Reinventarse o sucumbir a la crisis

El  mundo está cambiando, algo que ya sabíamos, pero nadie pudo anticipar el traumático acelerón que está suponiendo la pandemia en estre cambio.

Hay factores que no podemos controlar: cuándo se medio normalizará la situación, qué nuevas condiciones tendrá el nuevo mercado, la influencia de la llegada de las vacunas o nuevas modas de consumo. Pero hay otro factor que sí podemos controlar: nuestra actitud ante esta situación. Podemos echarnos a llorar, hacer como si no estuviera pasando nada y esperando que todo volverá a ser como siempre, … o remangarse, reinventarse y luchar.

En su artículo en El País, Álvaro Sánchez y Daniel Lara nos cuentan varias historias reales:

• Arneplant (Arnedo, La Rioja), que pasó de fabricar plantillas transpirables para el calzado a producir mascarillas y, en un momento dado, trajes EPI. ““O hacemos un ERTE o contratamos a 160 personas”, se planteó Alfonso Ruiz, su gerente.
• Mari Carmen Horcas. Con estudios de Publicidad y Relaciones Públicas y contar con un máster en comunicación corporativa, pasó de tener un bar familiar en Fuengirola (Málaga), a cursar un máster semipresencial de márketing y comunicación digital. Y con vivir de eso se motiva cada día.
• Carpa 10 pasó de comercializar carpas para eventos como bodas y fiestas a usarlas para habilitar espacios de apoyo a hopsitales y otras actividades sanitarias
• Abania, otra empresa del sector de los eventos con figuras hinchables como castillos, pasó a la educación medioambiental con el nombre de Inna Global

Te animamos a leerte el resto de los ejemplos con todos los detalles. La inspiración nos viene bien a todos 😉

Imagen: del artículo original (Inna Global)