Son muchísimas las niñas en países de todo el mundo que tienen que ayudar a sus padres a traer agua a casa. Frecuentemente tienen que ir a pozos y fuentes a mucha distacia, cargando con pequeños recipientes. Un esfuerzo excesivo y un tiempo que podrían dedicar a su educación.
Se calcula que aún hoy, una de cada seis personas en el mundo utiliza un 25% de su tiempo diario en acarrear cubos de 20 litros en la cabeza, recorriendo una media de ocho kilómetros.
Así que Shaz Memon, un experto en marketing dental, se preguntó de qué otra forma se podría llevar el agua con menos personas. Se inspiró en la garrafa de la típica fuente de agua que hay en muchas empresas. También pensó que era imposible que no se le hubiera ocurrido a nadie antes una solución tan sencilla.
Y encontró a Cynthia Koenig, fundadora de la empresa de energías renovables Wello. Cynthia y su equipo ya habían diseñado la WaterWheel, que ha sido sometida a una serie de pruebas piloto de validación del diseño que se llevaron a cabo en toda la India a lo largo de dos años.
Ha nacido la iniciativa Wells on Wheels (=pozos sobre ruedas). Financiada por donaciones, reparte esas ruedas-depósito por la India para que sea más fácil traer agua a casa.
Ahora las niñas tendrán más tiempo para formarse y prepararse para un futuro mejor.
¿Qué nos enseña esta historia? Pues que una de las preguntas más útiles que nos podemos hacer cuando revisamos nuestra forma de actuar es “¿de qué otra forma se podría hacer?”
Te paso la pregunta.
Imagen: montaje de dos imágenes tomadas de un vídeo de Wells on Wheels
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