A comer se puede dar desde muchos sitios. Ya que desde hace años nos machacan con la importancia de “la experiencia”, ¿por qué no salirnos de lo habitual? Pues es lo que pensó Bobby van Galen, iniciador y dueño de Hoftrammm, cuando pensó en realizar esta idea en La Haya; cenar en un tranvía en movimiento.
Tras la aprobación del municipio de La Haya y de la empresa de transporte público de la ciudad (HTM), la financiación de este proyecto comenzó en octubre de 2013. A pesar del entusiasmo de muchas partes, los bancos no hicieron cola para respaldar financieramente este plan único. La financiación colectiva, a través de la plataforma “CrowdAboutNow”, resultó ser la solución. No menos de 177 inversores han depositado su confianza en este plan y han invertido en el proyecto.
LA ACCIÓN REPENSADORA: Ver en un vehículo de transporte colectivo la posibilidad de ofrecer algo nuevo… y aprovechando la visibilidad que da su movilidad por toda la ciudad.