La receta es ya conocida: ¡especialízate! Y sigue siendo perfectamente válida hoy.
Empezaron los gimnasios: ahí los clientes iban a sudar, a reforzarlos músculo, a mantenerse fuerte. Luego casi desaparecieron para rebautizarse en muchos casos como “centros de wellness”: esencialmente gimnasios, pero con ropa más caras y bebidas y barritas en el bar de nombres tan exóticos como prohibitivos sus precios. En estos nuevos sitios de ejercicio se hace un extra de vid social, tienen un club selecto de clientes y el marketing se dirige más a la belleza y la vida social que al sudor.
Y ahora nos enteramos del éxito de una variante: estar en forma con sesiones de solamente 30 minutos. Como dicen en varios sitios, “los mejores 30 minutos de tu vida.”
Y creo que es un acierto: conecta varias necesidades, aspiraciones y situaciones del cliente en un solo producto. Junta la escasez de tiempo, cierta pereza, las ganas de estar físicamente bien y la posibilidad de conseguir ese ejercicio en poco tiempo y con menos esfuerzo que con sesiones más largas.
Original de Singapur, la marca Ritual Gym es un buen ejemplo de una muy buena receta que identifica perfectamente un nicho de cliente. El que solamente quiere/puede dedicar media hora, cinco días a la semana, ya tiene una solución.
¿Se te ocurre, inspirándote en el esquema de este modelo de negocio (un negocio de suscripción), una aplicación para repensar tu empresa o negocio?
PS: si crees que no andas bien de imaginación te recomiendo este minicurso gratuito por email.
Imagen: pantallazo de la web de Ritual Gym
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