El Storytelling como superpoder de tu negocio

Contar historias es esencial para nuestra existencia humana, ya que nos ayuda a darle sentido al mundo en el que vivimos y al mismo tiempo apelamos a nuestras emociones intrínsecas.

Cuando se trata de narración de negocios, ¿crees que es sólo para los gigantes comerciales, como Apple, Google y Nike? Piensa otra vez. La narración de historias en pequeñas empresas también puede hacer maravillas.

Traducido y adaptado del original “Turn Storytelling Into Your Small Business Superpower“, por Erin Huebscher en el blog de NameCheap

¿Cómo? Al contar historias, como el ascenso del enigmático Steve Jobs de Apple o cómo Larry Page y Sergey Brin de Google se conocieron cuando eran estudiantes en Stanford, aprovechas las emociones de tu audiencia y te conectas genuinamente con ellas. Su historia puede llevarlos a creer en su producto y/o servicio y en lo que representa, animándolos gentilmente a comprar.

Para contar adecuadamente (y, en última instancia, vender) tu propia historia, comencemos.

CÍÑETE A TU HISTORIA

Si bien cada empresa tiene una historia que contar, no siempre está claro cuál es realmente esa historia.

Las empresas, grandes y pequeñas, a menudo siguen siendo ambiguas en su forma de contar historias. Aunque puedan tener todas estas grandes ideas, visiones y sueños sobre lo que su producto y/o servicio debería representar, no logran comunicarlo de una manera clara, consistente y cautivadora.

Invertir en una historia clara y coherente respaldará la visión general de su empresa.

¿Un ejemplo perfecto de esto? TOMS Shoes comenzó en 2006 con un hombre, Blake Mycoskie, que fue testigo de las dificultades que enfrentaban los niños en Argentina que crecían sin zapatos. Su misión fue crear un negocio que combinara cada par de zapatos comprados con un par de zapatos nuevos para un niño necesitado. Aunque su idea de negocio despegó y tuvo un gran éxito, su historia original nunca flaqueó.

Es por eso que cada historia que cuente como propietario de un negocio debe comenzar con estas dos preguntas:

1. ¿Quién es mi audiencia?
2. ¿Cuál es el mensaje principal que quiero compartir con ellos?

Una vez que hayas determinado las respuestas a estas dos preguntas, tu historia podrá empezar a fluir.

Un consejo: trata de evitar dispersiones innecesarias. Cuando tu historia pierde el interés inicial de tu audiencia, es casi imposible recuperarlo. Y hagas lo que hagas, no embellezcas tu historia sólo porque creas que suena mejor (lo cual, ciertamente, podría ser así). Nada parece menos auténtico que una empresa cuya historia se basa en ligeras creaciones.

¿QUÉ HISTORIAS DEBERÍAS CONTAR?

La belleza de contar historias es que hay infinitas historias que contar. Historias sobre héroes anónimos, viajes venturosos, giros sorprendentes, obstáculos emocionales y, por supuesto, finales felices.

Como propietario de una pequeña empresa, no temas contar la historia completa: las luchas, los conflictos, los reveses, los éxitos, etc., que puedas haber experimentado a lo largo del camino. Esto ayuda a tu audiencia a comprender la apasionada dedicación que se pusiste en la creación y construcción de tu negocio.

Dicho esto, aquí hay algunos ángulos que se pueden tomar en cuanto a la historia:

Historias de éxito. ¿Arrancó tu negocio desde cero? ¿Luchaste para llegar a fin de mes antes de triunfar? Las historias de pobreza a riqueza siempre triunfan entre el público.

Eso sí, hay que andar con cuidado. Cuando un narrador (también conocido como propietario de un negocio) habla de lo geniales que son, explica el experto en narración y creatividad Jonah Sachs, es probable que la audiencia se cierre. Si de todas formas sigues este camino, intenta relacionar parte de tu éxito con las personas con las que te has cruzado, con las lecciones que has aprendido o con los eventos que has presenciado en el camino.

Historias de fracaso. ¿Te enfrentaste a algún obstáculo o desafío, para intentar superarlos? Cuando se trata de contar una historia, la gente quiere oír hablar de tus fracasos. Mostrar tu lado falible puede ser un gran atractivo para el público. Como seres humanos, tendemos a relacionarnos más con los fracasos, ya que todos hemos fallado en un momento u otro. Sara Blakely, la multimillonaria que se hizo a sí misma y fundadora de la ropa interior adelgazante Spanx, atribuye abiertamente su éxito final a haber fracasado anteriormente.

Historias sencillas. Recuerda, la capacidad de atención de tu audiencia es corta. Así que sigue una estrategia de “menos es más”. Los detalles pueden ayudar a ilustrar tu historia, pero si algo no la hace avanzar, no lo menciones. Brandless, una nueva empresa de comercio electrónico de San Francisco convertida en potencia, hace exactamente eso. Incluso su declaración de misión menciona la palabra simple: “Mejores cosas, menos dólares. Es así de simple.” ¿Su historia? Hacer que los artículos cotidianos sean accesibles y asequibles para todos, mediante la venta de mercancías de calidad sin el llamado “impuesto de marca”.

HAZ QUE TU HISTORIA DESTAQUE

Como consumidores de hoy en día, nos sentimos abrumados por las historias que nos lanzan. Y como propietarios de negocios, resulta muy fácil mezclarse con esa multitud llena de contenido.

Incluso si sabes que tu producto o servicio es mejor que el de la competencia, si no cuentas una historia destacada puedes perjudicar tu negocio. ¿Por qué? Porque no logras diferenciarte de tus competidores, quienes intentan ofrecer productos y/o servicios para aliviar el mismo desafío que tú.

Según los profesionales de marketing de Inc.com, primero debes identificar por qué tu versión de esta historia es diferente.

Para ello recomiendan hacerse las siguientes preguntas:

• ¿Por qué lanzaste tu negocio?
• ¿Cómo lo identificaste?
• ¿Cómo haces las cosas de manera diferente?
• ¿Qué hace tu producto y/o servicio que nadie más pueda hacer?

Ten estas preguntas en mente al desarrollar tu historia y serás mucho más convincente.

VALORA EL AÑADIR IMÁGENES A TU HISTORIA

Como cantaba Rod Stewart, cada imagen cuenta una historia. ¿Quién hubiera imaginado que sus letras podrían aplicarse a tu negocio?

Una vez que hayas desarrollado tu historia clara y consistente, necesitarás distribuirla a través de múltiples canales para que sea escuchada (y vista). Cuando puedas identificar los lugares donde es probable que se encuentre tu público objetivo (piensa en canales de redes sociales, blogs, plataformas de mensajería o foros), aquí es donde debe contarse e ilustrarse tu historia a través de imágenes.

La narración visual, como su nombre indica, es un concepto que incorpora escritura estelar y elementos visuales vibrantes, dando vida a toda la atmósfera de la historia. En otras palabras, la narración visual sirve como potenciador de la comunicación.

Y seamos realistas, los humanos somos criaturas asombrosamente visuales. Los estudios incluso demuestran que el 90% de la información que se transmite al cerebro es visual. Entonces, aprovecha esta relación simbiótica entre palabras y elementos visuales y comienza a aplicarla a tu negocio.

PENSAMIENTOS FINALES

Como hemos aprendido, una empresa con una historia clara, coherente y cautivadora no sólo puede conquistar los corazones y las mentes de su audiencia, sino también generar ganancias.

Como explica Sachs, “las historias son la herramienta viral original. Una vez que cuentas una historia muy convincente, lo primero que alguien hace es pensar: ‘¿A quién puedo contarle esta historia?‘”

Porque toda empresa, sin importar cuán grande o pequeña sea, necesita una narración poderosa para crecer. Comprender este deseo inherente de conexión humana significa que puedes comenzar a envolver tu visión de negocio en una historia única y transmitirla de manera efectiva a tu público objetivo.

AUTORA

Erin Huebscher . Como estadounidense nacida y criada que ahora reside en Alemania, Erin aporta su amor por la narración digital. Con casi 10 años de experiencia en redacción publicitaria internacional desde su época en Estocolmo, Suecia, y una maestría en Escritura Creativa, tiene predilección por todo lo relacionado con la moda, el cine, la comida y los viajes.

IMAGEN: Tumisu en Pixabay/Canva Pro

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