Repensar el Negocio

Repensar para una nueva era

Repensar para una nueva Era

En nuestro último artículo de reflexión, exploramos la teoría de que, en lugar de vivir en un mundo en el que todo el mundo odia fracasar, por qué no adoptar un patrón de repensar, responder y reagrupar. De este modo, podemos experimentar el fracaso como una oportunidad para cambiar, desaprender y repensar. Adoptar este enfoque favorece la centricidad humana y nos permite adaptarnos al futuro mediante el desarrollo de nuestro conjunto de superpoderes del siglo XXI frente a la disrupción. Esto lo refuerza Adam Grant en su libro Think Again: The Power of Not Knowing What You Don’t Know (Piensa de nuevo: el poder de no saber lo que no sabes), en el que afirma que estamos viviendo una época vital para el replanteamiento, en la que podemos volvernos adaptables y ágiles, desarrollando nuestra aptitud para el futuro en un mundo incierto.

El arte crítico de repensar

El arte crítico de repensar implica tener una mente abierta, un corazón abierto y una voluntad abierta:

  • para aprender y reaprender a cuestionar eficazmente tus propias creencias, mentalidades, suposiciones, opiniones y hábitos;
  • Mediante la conexión, la asociación, el desapego y el discernimiento de estas cualidades en los demás;
  • Y luego poner a prueba nuestra flexibilidad mental y agilidad emocional creando el tiempo y el espacio para repensar con una nueva perspectiva, revisando nuestros puntos de vista sobre la base de lo que aprendemos.

Esto beneficia potencialmente a todos, ya que nos permite actualizar nuestros puntos de vista y ampliar nuestra comprensión del mundo, construyendo nuestra capacidad de futuro en el proceso.

También nos posiciona para la innovación del cambio y la excelencia en la forma de transformar nuestro enfoque del trabajo y compartir nuestra sabiduría en la vida.

Hacer tiempo y espacio para repensar

El rol vital del desaprendizaje

Adoptar el enfoque centrado en el ser humano y la aptitud para el futuro implica desaprender y dejar ir muchas de nuestras viejas creencias, mentalidades, suposiciones, opiniones y hábitos arraigados en nuestros sistemas de pensamiento.

Ser capaces de discernir cuáles de ellos son ahora incompletos, ineficaces e irrelevantes a medida que desarrollamos la aptitud futura para prosperar en el mundo post-COVID-19.

Desaprender no es olvidar. Se trata de prestar una atención profunda y desarrollar la conciencia para ver y salir con seguridad y valentía de nuestros viejos sistemas de pensamiento.

Ser intelectualmente humilde

Ser intelectualmente humilde implica “saber lo que no sabemos”, ser lo suficientemente inquisitivo y curioso como para explorar nuevos descubrimientos, y prestar una profunda atención a lo “desconocido”.

La mayoría de nosotros nos sentimos inconscientemente motivados a alejarnos del cambio y el aprendizaje como resultado de la “ceguera” ante nuestras ansias de aprendizaje o supervivencia (Schein), y la necesidad de encubrir nuestra “incompetencia en el aprendizaje”, o cuando la gente pretende saber cosas que no sabe.

La voluntad de tener una mente abierta y abrazar la humildad intelectual nos ayuda a ver las cosas con claridad y nos lleva a superar nuestros puntos ciegos y debilidades.

 

Repensar en una época desconectada y disruptiva

Pensar, rápido y lento

Daniel Kahneman, en su libro Thinking Fast and Slow, describe la “maquinaria del pensamiento”, dividiendo el cerebro en dos agentes. Se denominan Sistema 1 y Sistema 2, que “producen respectivamente el pensamiento rápido y el lento”.

Para nuestros propósitos, en los programas de coaching de ImagineNation™, estos también pueden ser pensados como pensamiento intuitivo y deliberado.

Introducir el pensamiento del Sistema 3

Mi colega Peter Webb (www.peterjwebb.com) se ha sumado a este trabajo investigando y validando un Sistema 3, que él describe como considerativo. Esto es complementario a nuestro enfoque de pensar de forma diferente en ImagineNation™.

  • El Sistema 1 funciona de forma automática y rápida, con poco o ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario. Es intuitivo, rápido y emocional.
  • El Sistema 2 asigna la atención a las actividades mentales que requieren esfuerzo, incluidos los cálculos complejos. Las operaciones del Sistema 2 se asocian a menudo con la experiencia subjetiva de agencia, elección y concentración. Es deliberativo, en el sentido de que es racional y calculador.
  • El pensamiento del Sistema 3 es más considerativo, reflexivo y consecuente, en el sentido de que permite centrarse en lo que realmente importa, discernir lo que tiene sentido común, tomar pequeñas decisiones y emprender pequeñas acciones para averiguar lo que funciona mejor, ser compasivo, regular las emociones y desarrollar una tolerancia a los valores divergentes.

 

Pasemos a repensar

  1. Interrumpe tus ciclos habituales de “hacer-sentir-pensar” (hacer un trabajo que puede no dar los resultados deseados, sentir las horribles emociones que resultan de los errores, la imperfección y el fracaso, y luego pensar qué hacer al respecto).
  2. Crea “señales de parada” para provocar una pausa, lo suficientemente larga como para dejar de trabajar y hacerse presente en la gama de emociones para calmar tu sistema nervioso.
  3. Conecta, asocia y reconoce cómo te puedes sentir en este momento.
  4. Presta una atención profunda a la observación de tus patrones de pensamiento operativos, con desapego y discernimiento.
  5. Elige intencionadamente un estado o resultado futuro deseado.
  6. Considera el impacto de tus sentimientos y pensamientos en los resultados que están obteniendo.
  7. Delibera, considerar y elige rápidamente estados viscerales y de sentimientos más ingeniosos que les obliguen y movilicen a conseguir el estado o resultado futuro deseado.
  8. Por último, también deliberar, considerar y elegir rápidamente patrones de pensamiento y sentimiento más ingeniosos para elegir las acciones más inteligentes a realizar para lograr el estado o resultado futuro deseado.

El resultado suele ser el desarrollo de un proceso de replanteamiento que ha evolucionado de “hacer-pensar-sentir” a “sentir-pensar-hacer” (conectando con un resultado deseable, sintiéndose presente, pensando en los pensamientos y acciones más inteligentes que encarnar y promulgar para llegar a él, ahorrando tiempo y dinero en actividades desperdiciadas, evitando errores y fracasos, para llegar a su estado futuro deseado).

 

Unas palabras finales sobre los beneficios de repensar

Tomarse un momento para hacer una pausa, reflexionar, cataliza nuestro patrón de repensar, responder y agrupar, y crea oportunidades para el cambio. También es un ingrediente vital para el desarrollo de la capacidad de futuro de las personas.

Nos permite apreciar el valor de sintonizar con nosotros mismos y con los demás, para aprovechar nuestros músculos emocionales y mentales, para crear activamente el espacio para evocar y provocar diferentes opciones y elecciones creativas. Lo que nos permite y faculta para repensar el ser, el pensar y el actuar de manera diferente en una nueva era, impactada por las tecnologías creadas por la digitalización acelerada.

Así podremos rendir a niveles más altos, alcanzar los resultados y objetivos deseados, interactuar, liderar y trabajar en equipo de forma más eficaz y desarrollar relaciones de colaboración funcionales y altamente valoradas con los demás, así como con las partes interesadas y los clientes.

Aprovechar el actual punto de inflexión y desarrollar nuestros superpoderes del siglo XXI, para cocrear un entorno más equitativo, resiliente, sostenible, centrado en el ser humano y adaptado al futuro, dentro de un paisaje en constante cambio.

AUTORA

Janet Sernack es la fundadora de ImagineNation™ – ¡Adapta, innova, colabora, crece! Puedes contactar con ella en janet@imaginenation.com.au

IMAGEN: la del artículo original, por Jason Godman en Unsplash 

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