Con frecuencia dedicamos más tiempo y esfuerzo al pasado y al presente que al futuro. O directamente más al pasado que al futuro. Lo que hice, lo que no hice, lo que salió bien y lo que salió mal, oportunidades que dejé pasar o que no supe aprovechar, … cosas por el estilo.
Recordemos hacia dónde miramos y dedicamos nuestra atención cuando conducimos. Al frente. A lo que tenemos y tendremos por delante. Desde luego que no vamos mirando mucho tiempo el salpicadero ni la pantalla del coche con toda la información que nos ofrece. Y mucho menos estamos mirando por el retrovisor qué estamos dejando atrás.
Una cosa parecida nos debería pasar cuando dirigimos nuestro negocio o actividad profesional. Tenemos que mirar hacia delante. Explorar el futuro. Informarnos de todos los tipos de tendencias que nos podrán afectar. Desde las innovaciones tecnológicas hasta cambios en la sociedad y en las leyes.
El ser humano tiene una habilidad que de momento parece única entre todas las especies: la metacognición. Según el Centro Virtual Cervantes, “el concepto de metacognición se refiere a la capacidad de las personas para reflexionar sobre sus procesos de pensamiento y la forma en que aprenden. Gracias a la metacognición, las personas pueden conocer y regular los propios procesos mentales básicos que intervienen en su cognición”.
En palabras más sencillas, es nuestra capacidad de pensar sobre lo que estamos pensando.
OPTIMIZA TU PENSAMIENTO PARA MIRAR AL FUTURO
Pensemos -nunca mejor dicho- en lo siguiente:
- lo pasado ya pasó y no se puede cambiar. ¿Que tomaste malas decisiones que luego te han perjudicado? Pues no pienses en ellas y recuerda las lecciones aprendidas.
- reprochar (a ti mismo o a otras personas) no sirve de nada más que para perjudicar relaciones y quitar energía. Así que contente las ganas de hacerlo.
- el presente es consecuencia de lo hecho en el pasado. Sí, pero míralo con otra perspectiva: el futuro es fruto delo que haces en el presente. Piensa en lo de hoy con vistas al mañana.
- el futuro no ha llegado aún. Claro, por definición. Lo que significa que sigue en tus manos el darle la forma que desearías que tuviera, sin dejarte desanimar por lo malo de hoy.
- las cosas malas suelen ser peores en nuestra imaginación que en la realidad. Sean como fueren, mañana volverá a salir el sol y será un nuevo día.
Al llevar tu negocio haz lo mismo que al conducir: vista al frente, comprobando de vez en cuando lo que tienes hoy, y vistazos esporádicos al retrovisor solamente cuando la maniobra lo aconseje.
AUTOR
Alberto Losada Gamst. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos y ponente sobre creatividad e innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.
Como formador especializado en habilidades de comunicación e innovación en las organizaciones, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.500 participantes a finales de 2023, tanto presencialmente como online. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!
IMAGEN: rcphotostock en Canva
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IDEA CLAVE
Con frecuencia se nos olvida una verdad de lo más simple: el pasado ya pasó, vivimos el presente y el futuro aún no ha llegado.
No invirtamos tiempo ni energías en el pasado. Ya está hecho y no se puede cambiar.
Olvidemos los reproches. Pensemos mejor en cómo empleamos el hoy para sembrar ese futuro que queremos.
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