Es fácil inspirarse en ejemplos de la vida cotidiana para relacionarlos luego con nuestra actividad profesional.
Por ejemplo, lo que nos cuenta Marie Kondo respecto de nuestra casa. Orden. Orden para poder mantenerla mejor, para conservar las energías, para apoyar la tranquilidad mental de sus ocupantes, para que nos ayude a vivir mejor.
Así que vamos a esos tres pasos del título.
ORDENAR EL NEGOCIO
No me refiero a pasar la escoba y la bayeta del local. Que también conviene hacerlo, claro.
Hablo de todos esos elementos físicos e intangibles que lo componen. El inventario, el catálogo, el equipo humano, la presencia en Internet, los procesos internos, el mensaje de nuestra marca, los tipos de cliente, los mercados a los que nos dirigimos.
Hagámonos una buena lista de todo ello y a continuación analicemos el valor que aportan a nuestra empresa. Básicamente puede haber 3 categorías: aporta (mucho o poco), no aporta ni resta, y resta valor al conjunto.
Lo que nos lleva al siguiente paso.
LIMPIAR EL NEGOCIO
Ahora que tenemos clasificadas las partes de nuestro negocio en función del valor que aportan a la cuenta de resultados, toca hacer limpia.
Todo lo que resta, fuera. Como si fueran esas cosas inútiles que tenemos en casa. No solamente no las usamos, sino que tampoco entendemos cómo es que un día la compramos. Además de su inutilidad nos ocupan espacio que podríamos dedicar a otras cosas más importantes.
Sin piedad. Fuera con todo eso que nos resta.
Ahora miramos la lista de las cosas que no restan ni aportan. Son convidados de piedra cuya desaparición no se notaría mucho. Entiendo que aquí puede haber más dudas. Es el famoso “¿y si en el futuro me pudiera hacer falta?” No hay forma razonable de contestar esa pregunta. En el fondo es el negocio de los trasteros que están apareciendo por todas partes en las ciudades. Viven de la indecisión de las personas a la hora de deshacerse de lo que ni usan ni les cabe en casa.
Podemos hacer dos cosas. La primera es meterlas en la famosa “caja del tiempo”, ese recurso de los organizadores profesionales para meter durante un año lo que no nos atrevemos a tirar directamente. ¿No lo tocamos durante ese año? Pues fuera.
La segunda opción, apta solamente para quienes tengan buena capacidad de decidir, es… sí, también deshacernos de ellas.
Estupendo. Ya hemos ordenado y limpiado el negocio. Vamos al tercer paso, que en realidad es una actividad constante.
CUIDAR LA VIDA DE TU NEGOCIO
Como seguro que queremos seguir viviendo de nuestra actividad profesional lo sensato es cuidarla. No me refiero solamente a hacerle un mantenimiento lógico para que todo esté a punto y funcione, sino a hacer que se vaya adaptando a las nuevas circunstancias del mercado y evitar que fracase.
Toca fijarnos bien en lo que los clientes nos piden y lo que les podemos dar. ¿Hay nuevas modas de consumo? ¿Nuevas tecnologías que se están implantando rápidamente? Piensa por ejemplo en los pagos con Bizum: hasta en los mercadillos hay vendedores que los aceptan.
Esta actividad de cuidar tu negocio empieza por ti mismo. Por su protagonista. Mímate y mantente sano física y mentalmente. Desarrolla una actitud abierta al mundo y a la consideración de nuevas perspectivas y posibilidades. De nuevas formas de trabajar. De nuevos modelos de negocio.
Con todo, no olvidemos lo que al final tuvo que reconocer Marie Kondo tras fustigarnos con su Magia del Orden. Tras tener su tercer hijo (con el baño de realidad que ello supone), ha decidido que hay que dedicarse a lo que realmente importa.
A lo que da más valor. A tu vida y a tu negocio.
AUTOR
Alberto Losada Gamst. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos y ponente sobre creatividad e innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.
Como formador especializado en habilidades de comunicación e innovación en las organizaciones, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.500 participantes a finales de 2023, tanto presencialmente como online. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!
IMAGEN: Africa Images en Canva Pro
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IDEA CLAVE
Siempre se dice que el orden mental está conectado con el del espacio en el que nos movemos. Y una empresa no es diferente.
Preguntémonos qué elementos de los que integran nuestro negocio siguen aportando valor … y cuáles lo restan.
A continuación, empieza a tomar decisiones
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