Mi amigo Alejandro Barredo no me lo ha dicho así, pero es lo que realmente piensa. Lleva años proponiéndome hacer cosas: participar en Clubhouse, organizar un evento, colaborar o crear entre los dos un podcast sobre gente visionaria, hacerme unos vídeos promocionales…
A la vista de que no he hecho ninguna de esas cosas, entiendo su amable y callado escepticismo cuando le cuento que quiero empezar un podcast relacionado con esta aventura de crear una Comunidad de personas que se ayuden unas a otras para repensar y revisar sus empresas o actividades profesionales. La Voz de los ReThinkers.
Y eso que no me ha dicho a la cara, utilizando la palabra exacta (gracias, Alejandro, por evitarme el mal momento de culpabilidad). lo que de verdad piensa y le exaspera: que soy un procrastinador crónico con muchos de mis proyectos.
Lo dijo Winston Churchill muy bien: “si estás pasando por el infierno, sigue adelante”. Vamos, que no te quedes parado y muevas el culo para salir de la situación en la que estás y que no te gusta.
Yo sé que algo concreto debo hacer para materializar alguno de mis proyectos. Concentrarme en uno o dos y aparcar los demás. Dejarme de excusas y razonamientos -muy lógicos todos ellos- que van aplazando una y otra vez la ejecución de las ideas.
En otras palabras, que deje de procrastinar y empiece a hacer.
HA LLEGADO EL MOMENTO DE HACER CAMBIOS EN NUESTRA EMPRESA
Todas las personas saben cuándo algo no va bien. O no tan bien como esperaban. Una vez que está claro que no es una mala coyuntura sino algo más permanente se nos enciende el aviso de que hay que tomar decisiones.
Así que uno se pone a analizar qué pasa. Por qué estamos donde estamos. Qué ocurre en el mercado. Si los clientes han cambiado de gustos. Qué nuevas tendencias de consumo hay por ahí que reducen nuestras ventas. Alguna nueva tecnología cuya implantación nos afecte. Cosas que hacen nuestros competidores y que nosotros no hacemos.
Y a continuación empezamos a imaginar posibles soluciones y vías de acción. Como renovar nuestro catálogo, redecorar el establecimiento porque lleva 20 años igual, abrir una página web, meternos en alguna red social para probar su impacto, cambiar la política de precios, revisar las condiciones con nuestros proveedores, … hay mucho en lo que pensar.
Aunque claro, no nos vamos a lanzar a lo loco con esas acciones. Hay que meditarlas bien.
Muy bien.
En profundidad.
Anticipando todos los detalles.
Reuniendo toda la información posible
Revisando lo que habíamos pensado antes.
De esta forma van pasando los días, los meses, lo años.
Pensando.
RAZONES POR LAS QUE UN RETHINKER APLAZA SUS ACCIONES A LA HORA DE REPENSAR SU NEGOCIO
Pues… son muchas y muy buenas. Veamos algunas
- no estoy seguro de que vaya a funcionar
- la idea no está lista
- me faltan detalles
- necesito las herramientas correctas
- se me están ocurriendo otros enfoques más prometedores
- tengo poco tiempo y mucho que hacer en el día a día
- me asalta la inseguridad
- me ha venido otra idea mejor o que me gusta más (síndrome del objeto brillante)
- no termino de encontrar la concentración necesaria
- he perdido de vista el objetivo final
- no es que no vaya a funcionar; es que va a fracasar completamente
- en el fondo, hay una resistencia en mi interior a hacer algo nuevo
- pereza
- no tengo dinero para lo que haría falta
- como no tengo un plazo, voy estirando el tiempo
- he perdido el entusiasmo y la convicción que tenía al principio
- no sé exactamente por dónde empezar
Hay muchas más. Pon las tuyas en los comentarios para ayudar a quienes se identifiquen con esta dinámica.
¿QUÉ HACER ENTONCES PARA DEJAR DE APLAZAR MIS PLANES PARA REVISAR MI EMPRESA O NEGOCIO?
En el fondo, se trata de comprometerse con uno mismo mucho más que si fuera con un cliente.
En el mundo de los fotógrafos, hablando de cuál es la mejor cámara, siempre se dice que es la que tienes en la mano en el momento de la foto.
En el de los escritores, que hay que escribir todos los días. Aunque sea solamente para ti.
Está muy bien investigar. En Internet hay cientos o miles de tutoriales para hacer cualquier cosa. Infórmate cómo hacerlo… hasta un límite.
Y luego decide con la información y medios que tienes y ponte a trabajar.
No vaya a ser que me ocurra con lo que me decía mi amigo respecto de participar en Clubhouse. Tenía yo una buena razón: mi viejo teléfono móvil no era compatible con la aplicación. Para cuando lo renové y me abrí cuenta, ya nadie habla de esa plataforma. Se había pasado el momento.
Esperemos que no me ocurra lo mismo con el Podcast de Repensar el Negocio. Mi problema es que no me gusta cómo suena mi voz, y me cuesta mentalmente un horror hablar a un micrófono. Y eso que me gano la vida como consultor de empresas y formador, lo que supone hablar en público todos los días.
La estrategia que estoy siguiendo es hacerme primero una lista de títulos para los primeros 20-30 episodios (hecha), la estructura de cada episodio (hecha), la música (ya escogida), la web (a medias), la forma de grabar mis primeros audios (con qué micrófono y demás detalles técnicos).
Hecho esto, a grabar. A ver qué sale.
Cuanto más concretas las acciones de la lista, más fácil completarlas. A ver qué pasa.
Y a ti como ReThinker de tu negocio, ¿qué tal te va ante ese aplazamiento de acciones llamado procrastinación?
AUTOR
Alberto Losada Gamst. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos y ponente sobre creatividad e innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.
Como formador especializado en habilidades de comunicación e innovación en las organizaciones, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.500 participantes a finales de 2023, tanto presencialmente como online. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!
IMÁGENES: IPG Gutenberg de Getty Images en Canva
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Nota: estamos preparando un nuevo curso online para ayudar a la innovación en las pequeñas empresas. ¿Te interesaría? Se llama “Creatividad para el Negocio“.
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IDEA CLAVE
Hay muchas razones que podemos imaginar para no poner en práctica nuestras ideas. Unas totalmente razonables, y otras no tanto.
Una idea no vale nada hasta que se pone en marcha. Luego triunfará, fracasará o pasará inadvertida. Al final, lo importante es hacer para probar.
No vaya a ser que mucho preparar… para luego no hacer nada.
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