Una de las formas de repensar tu negocio es haciendo cambios en su catálogo. Nuevos productos y servicios por los que seguramente ya te han preguntado tus clientes y que, muy probablemente, tu competencia ya esté comercializando.
Así que un día te plantas y te dices: ¡voy a innovar! ¡Quiero ofrecer algo nuevo!
Pero… ¿cómo lo hago? Porque fijo que hay muchos tipos de innovación. Acertaste. Hay varias formas de hacerlo. ¿Las vemos?
TIPOS DE INNOVACIÓN EN EL PRODUCTO O SERVICIO
Vaya por delante que estos tipos de innovación no son mutuamente excluyentes, y que a menudo pueden superponerse o combinarse en diversos grados. El tipo específico de innovación que persigue una empresa depende de sus objetivos estratégicos, la dinámica del mercado, los recursos disponibles y la naturaleza y características del sector en la que opera.
-Innovación incremental. Este tipo de innovación implica realizar pequeñas mejoras o adiciones a un producto existente. Se centra en mejorar características, funcionalidades o elementos de diseño específicos para proporcionar beneficios incrementales a los clientes. La innovación incremental tiene como objetivo optimizar los productos existentes en lugar de crear otros completamente nuevos.
Ejemplo: en el sector de la automoción, ir añadiendo medidas de seguridad como los primeros cinturones de seguridad. O todas las mejoras que se están añadiendo a los teléfonos móviles desde su inicio.
-Innovación arquitectónica. Implica reconfigurar o combinar componentes, tecnologías o sistemas existentes de una nueva manera para crear productos o servicios mejorados. Se centra en cambiar la estructura subyacente o el diseño de un producto para lograr un rendimiento, eficiencia o funcionalidad superiores. La innovación arquitectónica a menudo requiere conocimientos transversales y la integración de diferentes tecnologías o componentes. Tecnología ya existente, nuevos mercados.
Ejemplo: durante el confinamiento se hizo aún mas conocida la empresa Peloton. Es un fabricante de aparatos para hacer deporte en casa que supo añadir a una bicicleta estática Internet y tecnologías de comunicación para crear nuevos consumidores que, de otro modo, no la comprarían.
-Innovación radical. La innovación radical se refiere al desarrollo de productos o tecnologías completamente nuevos que alteran los mercados existentes o crean otros nuevos. Implica desviaciones significativas de los productos existentes y puede dar lugar a cambios transformadores en las industrias. La innovación radical a menudo requiere altos niveles de asunción de riesgos, avances tecnológicos e inversiones a largo plazo. Nuevas tecnologías, nuevos mercados.
Ejemplo: pensemos en el avión. Antes uno podía viajar por tierra o por mar. Con el avión se añadió un plano más y todo un mundo de posibilidades, mercados y tecnologías.
-Innovación disruptiva. La innovación disruptiva es similar a la innovación radical en el sentido de que introduce nuevos productos o tecnologías que cambian fundamentalmente una industria. Sin embargo, la innovación disruptiva normalmente comienza apuntando a un segmento de mercado desatendido o ignorado con un producto más simple, más asequible o más conveniente. Con el tiempo, las innovaciones disruptivas pueden desafiar y eventualmente reemplazar a los líderes del mercado establecidos.
Ejemplo: el ejemplo clásico es el iPhone de Steve Jobs. No es que solamente mejorara las prestaciones de los Nokia, sino que hizo evolucionar el concepto desde “teléfono móvil” al de “dispositivo” que tenemos hoy.
-Innovación de procesos. Si bien no está directamente relacionada con el producto en sí, la innovación de procesos se centra en mejorar los métodos, sistemas o técnicas utilizados en la producción, entrega o soporte de los productos. Su objetivo es mejorar la eficiencia, reducir costos, optimizar las operaciones y mejorar la calidad. La innovación de procesos puede tener un impacto significativo en la competitividad general y el rendimiento de un producto.
Ejemplo: cualquier forma de automatizar la producción, o de utilizar programas informáticos para manejar la facturación o la base de datos de clientes de una empresa. Y está por ver lo que supondrá la Inteligencia Artificial.
-Innovación del modelo de negocio. La innovación del modelo de negocio implica repensar la forma en que se crean, entregan, comercializan o monetizan los productos. A menudo implica encontrar nuevas formas de crear y capturar valor de los clientes. La innovación del modelo de negocio puede implicar cambios en los modelos de ingresos, canales de distribución, estrategias de participación del cliente, asociaciones o la introducción de nuevos servicios de valor agregado.
Ejemplo: : Airbnb construyó todo un imperio de alojamiento sin tener hoteles, poniendo directamente en contacto a propietarios con viajeros. O Zara, que utiliza una cadena de suministro muy estrecha desde el diseño inicial hasta la producción final. Esto permite a la empresa adaptarse a las nuevas tendencias e ideas de moda en dos semanas.
Una sugerencia final: si no tienes mucha práctica en esto de pensar, diseñar y lanzar cosas nuevas empieza por algo pequeño y sencillo. Verás cómo le coges el gusto
AUTOR
Alberto Losada Gamst. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos y ponente sobre creatividad e innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.
Como formador especializado en habilidades de comunicación e innovación en las organizaciones, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.500 participantes a finales de 2023, tanto presencialmente como online. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!
IMAGEN: artur marc iniec photos en Canva
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IDEA CLAVE
Hay muchas razones que podemos imaginar para no poner en práctica nuestras ideas. Unas totalmente razonables, y otras no tanto.
Una idea no vale nada hasta que se pone en marcha. Luego triunfará, fracasará o pasará inadvertida. Al final, lo importante es hacer para probar.
No vaya a ser que mucho preparar… para luego no hacer nada.
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